Solo al sur de tus ojos
no temo a las profundidades
si el abismo está en tu boca...
ni a la ráfaga en tu aliento
ni a la tempestad desatada
al sentir como tus labios
agitados me desbordan.
Solo al sur de tus ojos
nunca temo a las alturas
si tus cumbres a menudo
me convocan,
ni al viento en las tormentas
ni al relámpago enhebrando
esas luces blanquecinas
entre sombras.
Solo al sur de tus ojos
se funden tu alma y la mía
por amor en una sola
cuando al ser atravesadas
por una noche indeleble
con los astros alineados
la manzana nos devora.
Marcelo Posada
D. Reservados - Argentina
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