Desvestida
Desvestida de atavíos,
te espero en el lugar de siempre.
No le temo a tus aguas bravías
tú no le temas, a mi luna en creciente.
El mar será celestino
de esta pasión que en olas se asciende
y en el beso marino
guardare tus brumas ardientes.
Mary Ramos
D. Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario