Tú y tus letras…
no hay beso
mas profundo y sediento
que las curvas se de una “s”
cuando pluralizan el deseo.
Nada más afrodisíaco
que un verso tuyo
haciendo círculos
en la desnudez de mis cántaros.
Cierro los ojos para leerte
y
robo tu inspiración abriendo
la rosa adormecida de la noche.
Tú y tus letras…
vocales de
boca en boca
que humedecen mis labios
ávidos de sonidos inéditos.
Consonantes
de placer
susurrados en mi oído
y tus manos, escribiendo el amor
en todos los
idiomas,
en cada hoja en blanco de mi
piel.
Poeta, mi poeta…
muero cuando
haces la pausa
que dilata el final anunciado.
Te transformas en la pluma
salvaje de un ave paradisíaco,
colmándome con la tinta tibia
y blanca de la elocuencia.
Reescribe este poema
en mi espalda,
en mi espalda,
en la delgada línea
que separa el placer
y la muerte,
en el silencio que provocas
cuando mis brazos caen rendidos
a la vera de tus latidos.
vuelve a
corregir tu letra,
pero esta vez, dentro de mí.
Rita Mercedes Chio Isoird
Argentina - Derechos reservados
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