EL DIABLO Y YO NOS ENTENDEMOS

El diablo y yo nos entendemos                               

como dos viejos amigos.
A veces se hace mi sombra
va a todas partes conmigo,
Se me trepa a la nariz,
queriéndomela morder
y yo simplemente río,
Cuando estoy en la ventana
me dice, y brinca!
detrás del oído.
Aquí en mi cama se acuesta
a mis pies como un niño,
y me ilumina el insomnio
con luces de su artificio.
Nunca se esta quieto.
Anda como un maldito,
como un loco adivinando
cosas que no le digo.
Quien sabe que gotas pone
en mis ojos, que me miro
a veces cara de diablo
cuando estoy muy distraída.
De vez en cuando me toma
los dedos mientras escribo.
Es raro y simple. Parece
a veces arrepentido.
El pobre no sabe nada
de sí mismo.
Cuando soy santa me pongo
a murmularle al oído
y lo mareo y me desquito.
Pero después de todo
somos muy amigos
y tiene ternura como un pequeñito
porque se siente solo el pobrecito.

Claudia Navarro

D. Reservados