Al quebrar una hoja
en blanco
te encuentro desnuda
de palabras
hilando lentamente
la silueta
de mi frágil sombra
que te amarra.
Si agito los relojes
mientras duermes
se esfuma la brevedad
de la noche
en la curvatura
de tu espalda
alejando los temores
si prosperan
las dudas de mostrarme
desnudo en cuerpo y alma.
Y si antiguos besos
en torrente
se desbocan y me inundan
justo al alba
te imagino presurosa
cuando llegas
con las manos tendidas
que me salvan.
Marcelo Posada
D. Reservados
D. Reservados
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