22 junio 2014

El fandango y las espinas


Era un camino abierto… era un camino inmenso
Pero mi alma se estrechaba… musitaba en su silencio
Fui a poco podando nostalgias que el suelo succiono adentro
En las grietas de mi cuerpo se acomodaran los vientos
Y pude sentir su impulso, batiendo todo mi cuerpo.

Los remolinos inmensos parecían arrastrar
Montones de soledad
La hélice de los huracanes se expandía entre las dunas
Sentí como se hundían mis chancletas en el fango
Quedaban tan solo tunas que el despiadado fandango
Después de su festival arranco de bellas rosas.

De pronto el sol guiña el ojo de destellos titilantes
De sus dedos afilados salen luces penetrantes
Iluminando lo oscuro de mí flagelado espíritu
Doy mi otra cara de show al luminoso astro solar
Hace contacto chispeante con mi improvisado rostro.

Mi simulada euforia saca de ronda su disfraz
El que lleva a cada show y que se ve tan real
Necesito de rubor en mis pálidas mejillas
Necesito que mis ojos inquietantes muestren un brillo fugaz
Para enfrentar con ardor este mundo que es falaz.

Tendré que rasgar el velo que nubla la amplia esfera
El musgo húmedo me moja y enloda mi cara entera
Tendré que usar agua santa que caiga en rocíos claros.

Amor, agarra fuerte mis manos
El frío es cruel y me hiela
No quiero morir a solas
Envuelta en mi propia niebla.



Luz Ramírez
Derechos reservados

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