06 junio 2014

Poesías en el mar

Ella era un narciso,
Una gema entre las rocas
Pálido marfil su boca
Pero nadie, nadie la quiso.
Y caminó hacia el mar
Maldito sino o hechizo
Sin dejar huella en la arena
Porque nadie, nadie la quiso.

Ella, alma de luna
Color de trigo su pelo
Supo guardar el duelo
Agrio de la infortuna.
Caminó silente hasta el mar
Lecho de algas y sal
Bella como ninguna.

Y allí donde la muerte
Hace el amor con las olas
Plegó sus alas inertes
Mojó su llanto a solas…
Medusas, borgoñas, erizos
Enredados en su cuerpo
Blando bastión dispuesto,
Porque nadie, nadie la quiso.

Un poema la recuerda
En el puerto del olvido
Y una nota que decía…
“Por no haberme querido”
Algunos cantan su nombre
Otros releen su martirio.
Se marchó, dulce poeta
A las tapas de los libros


Rita Mercedes Chio Isoird
Derechos reservados

No hay comentarios: